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Las seis claves para entender la dentición del bebé y aliviar sus molestias

18 de mayo de 2018

Todos los que somos papás esperamos con ilusión la irrupción del primer diente de nuestro bebé. Entre los cuatro y los seis meses nos pasamos los días mirando y tocando sus encías y en cuanto notamos un bultito blanco nos liamos a hacer fotos para compartirlas, orgullosos, con toda la familia, aunque apenas se vea nada. Ha comenzado el proceso de dentición del bebé.

Cuando por fin emergen del todo, cada vez que sonríen nos derretimos. Hay que reconocer que los peques están graciosísimos con sus primeros incisivos, normalmente los de abajo.

No obstante, a los peques no siempre les hace tanta ilusión el proceso de dentición. Parece haber cada vez más consenso entre los pediatras en que no se trata de un proceso que duela, a pesar de la mala fama y de la multitud de daños colaterales que se le han achacado a la dentición tradicionalmente (fiebre, irritación del culete y hasta problemas de sueño).

Pero indudablemente sí que provoca a los bebés ciertas molestias. Por lo general, se les inflaman y enrojecen las encías y se multiplica su afán por morderlo todo y restregar furiosamente contra sus encías cualquier cosa que se meten en la boca.

¿Cuáles son los principales síntomas de la dentición? ¿Qué puedes hacer para aliviarle? Te damos las seis claves para entender este proceso, en el que ya te advertimos de que no hay verdades absolutas, y ayudar a tu bebé a superarlo sin contratiempos.

Cuándo les salen los dientes a los bebés

Generalmente, el primer diente suele aparecer en los bebés entre los seis y los ocho meses. Pero, como siempre pasa con los niños, no hay una regla estricta en materia de dentición en bebés.

Hay peques que con cuatro meses ya tienen uno o hasta dos dientes y otros que llegan al año sin ninguno.

No debes preocuparte si a tu bebé tardan en salirle los dientes. No es síntoma de falta de calcio ni de ninguna otra carencia.

Normalmente suele tener un componente genético. Si a ti o a tu pareja os salieron los dientes tarde, tu peque tiene más posibilidades de que le ocurra lo mismo.

Tampoco hay una norma que diga cada cuantos días o semanas le debe salir un diente a tu peque. Algunos bebés comienzan muy pronto con la dentición, les sale un diente o dos y luego pasan meses hasta que les salen los siguientes.

Otros, sin embargo, comienzan más tarde el proceso de dentición infantil, pero les los dientes muy seguidos y acaban teniéndolos todos antes.

Así que, tranquilidad. No se trata de una carrera. Tu peque no tiene que adelantar al del vecino.

No se trata de un avance que marque una diferencia en el nivel de maduración cognitiva o física de un bebé.

Y, sobre todo, no hay nada que puedas hacer para acelerar este proceso natural.

Así que lo mejor es que disfrutes viendo cómo poco a poco a tu peque le van saliendo todos esos dientecitos tan monos.

Síntomas de la dentición en los bebés

En este punto también existen grandes diferencias entre unos bebés y otros. Lo más habitual es que unas semanas o días antes de la irrupción de un diente la encía correspondiente se inflame ligeramente y se enrojezca.

También es frecuente que durante la dentición los bebés babeen más, aunque los pediatras creen que no es una consecuencia directa. Es probable que se deba a que, debido a las molestias, se meten más cosas en la boca o la manipulan más con sus dedos, lo que provoca que saliven más.

Este babeo provoca otro síntoma que se repite bastante en el proceso de dentición. La aparición de pequeñas irritaciones o granitos en torno a la boca.

Hay papás que vinculan la dentición del bebé a la aparición de irritaciones en el culete del bebé e incluso a una subida ligera de la temperatura, algunas décimas de fiebre. Pero esto no está demostrado científicamente. Los pediatras ponen en duda la correlación. Y recomiendan que no se pasen por alto estos síntomas por achacarlos a la dentición.

Y es que con la dentición de los bebés pasa a veces como con el cólico del lactante. Si un bebé de entre 0 y 3 meses llora o está irascible de forma continuada, seguramente se achacará a los cólicos. Si un bebé de entre 4 y 6 está irascible, no duerme o llora, se suele achacar a la dentición.

Los pediatras señalan que en algunos casos se pueden dar molestias de cierta intensidad (es difícil medirla porque los pobres peques no saben hablar), pero también advierten del riesgo de pasar por alto alguna patología que provoque estos síntomas, por achacarlos erróneamente a la dentición.

Cómo aliviar las molestias de la dentición

En la actualidad, los pediatras desaconsejan, por lo general, el uso de medicamentos tópicos para aliviar las molestias de la dentición, salvo casos extremos.

En ningún caso se deben aplicar sin consultar primero con el médico, que es el que tiene que evaluar si son convenientes o no y pautar su administración, en caso de que sea necesaria.

Lo mejor es dejar que los peques sigan su instinto, que es no ya morder, sino más bien restregar sus encías inflamadas contra superficies duras. Mejor si son frías.

Por eso funcionan tan bien los mordedores, sobre todo con los primeros dientes. Suelen estar fabricados con plástico, o con materiales naturales como la madera, el caucho o la silicona, que tienen firmeza y cierta maleabilidad a la vez. Algunos tienen distintas texturas o rugosidades para que los peques las exploren con su boca.

Otros llevan algún líquido dentro que se enfría en la nevera. A algunos bebés les alivia el contacto con la superficie semidura y fría.

También ayudan los collares de lactancia, que están elaborados con cuentas de silicona o madera de distintas formas. A la mayoría de los bebés les gusta morderlos y explorarlos con la boca.

Otros peques prefieren el contacto con algo más suave y blando. Es el momento ideal para ofrecerles un doudou. Esos muñecos suaves que generan tanto apego y sosiego entre los bebés.

Chuparlos o morderlos alivia a algunos bebés. Y les ayuda a conciliar el sueño. Otra molestia, la dificultad para dormirse, que algunos papás achacan a la dentición, aunque no hay evidencia científica de que exista esta correlación.

En qué orden les salen los dientes a los bebés

Habitualmente, los primeros dientes en salir son los dos incisivos centrales inferiores, seguidos de los incisivos superiores. Posteriormente saldrán los laterales inferiores, los primeros molares, los caninos y los segundos molares.

En ocasiones este orden de aparición de los dientes varía y esto no significa que haya nada anómalo en el proceso, pero es poco frecuente.

Cuántos dientes tiene un niño

Parece una pregunta tonta, pero mucha gente se la hace. Y tiene su lógica, porque el número de dientes de leche no es el mismo que el de dientes definitivos.

No esperes que a tu peque le salgan 32 dientes como los que seguramente tendrás tú. Le saldrán 20, entre los 6 y los 30 meses, aproximadamente.

Estos dientes de leche se le caerán en torno a los seis años. Qué pena da volver a verlos mellados cuando costó tantos meses el proceso de la dentición cuando eran bebés, ¿verdad?

Pero no hay nada de lo que preocuparse, porque pronto le empezarán a salir los dientes definitivos.

¿Hay que cepillar los dientes de leche?

Sin duda. El hecho de que sean dientes temporales no significa que no haya que cuidarlos. Mantener una higiene bucal correcta desde el principio es fundamental para evitar la aparición de caries, cada vez más frecuente en niños.

Los pediatras aconsejan empezar a lavar los dientes del bebé en cuanto aparece el primero. Para hacerlo habrá que utilizar una pasta de dientes específica. Las venden en las farmacias. No uses tu dentífrico con tu peque porque la excesiva concentración de flúor puede hacerles daño.

Las pastas dentífricas para bebés de entre seis meses y dos años tienen una concentración de flúor de 500 ppm., mientras que las de los adultos tienen el doble, 1000 ppm.

Se recomienda lavar los dientes del bebé dos veces al día con cepillos que son también especiales para ellos, con las cerdas muy suaves.

Establecer la rutina de lavarse los dientes por la mañana y por la noche, por ejemplo, será una valiosa enseñanza para el futuro, cuando seguramente estén menos predispuestos a adquirir este hábito.

Lo ideal es que igual que al principio serás tú la que lave sus dientes, con el paso de los meses, aunque aprenda a hacerlo y no te necesite, estés siempre presente en el proceso de cepillado, para garantizar que lo hace correctamente.

Para evitar las caries, también es recomendable seguir una serie de pautas de alimentación, como intentar evitar el contacto prolongado de la boca del bebé con la tetina del biberón llena de leche. Lo mejor es no dejarles que se duerman con el biberón en la boca, por ejemplo. También es aconsejable retrasar y reducir todo lo posible la ingesta de azúcar por parte de los peques.

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