Tienes más ojeras que un oso panda y te duermes por las esquinas. No hay café en el mundo que logre despejarte. No recuerdas haber dormido las horas necesarias desde hace… Sí, exactamente desde que nació tu peque.
¿Cómo hacer dormir a un bebé? Seguro que te lo has preguntado en más de una ocasión. Ya te adelantamos que no hay fórmulas magistrales, pero seguro que estos diez consejos que te ofrecemos te ayudarán.
Y es que ser padre es maravilloso, pero todos los que somos papás sabemos que la falta de sueño es una de las grandes desventajas de los primeros meses de convivencia con nuestros peques. Al principio, los despertares nocturnos están más que justificados y son inevitables, porque los bebés tienen que comer cada pocas horas. Hay que asumirlo.
El problema viene cuando pasan los meses y, a pesar de que las tomas se distancian, tu peque no consigue dormir más de tres o cuatro horas seguidas. ¿Qué hacer entonces? Antes de desesperarte, echa un vistazo a estos diez consejos. Si quieres saber cómo hacer dormir a un bebé, estas claves te van a ser de mucha ayuda.
Para empezar, ¿cuánto duerme un bebé?
Antes de echarte las manos a la cabeza por lo poco que duerme tu peque, ¿tienes claro cuánto debería dormir un bebé? Está claro que no todos son iguales y que no hay que obsesionarse con las tablas, pero está bien tener alguna referencia.
Los bebés de entre 0 y 2 meses duermen entre 16 y 20 horas, repartidas entre el día y la noche. Lo habitual es que se despierten cada tres o cuatro horas para las tomas.
Entre los 3 y los 6 meses de edad, tu peque dormirá entre 14 y 16 horas, aproximadamente, y entre los 6 y los 12 pasará a dormir entre 13 y 15 horas.
A partir del año y hasta los 2 años, lo habitual es que duerma en torno a 13 horas, y entre los 3 años y los 5 años, aproximadamente 10 o 12 horas.
Estas horas de descanso se reparten entre el día y la noche. Cuanto más crezca tu peque, menos siestas hará por el día y más seguidas dormirá las horas de la noche. O al menos eso es lo ideal.
Crea el ambiente adecuado
Una de las claves para conseguir que un bebé se duerma es garantizarle un ambiente adecuado.
Para empezar, es importante enseñarle lo más pronto posible la diferencia entre el día y la noche. Es recomendable que las siestas durante el día las haga en algún lugar con algo de luz, no completamente a oscuras. Así aprenderá a diferenciar esos sueños menos prolongados de los que debe hacer de noche, más largos.
Por otro lado, debes asegurarte de que la temperatura es idónea. Los bebés tienen dificultades para dormirse si tienen frío o calor. Además, el calor excesivo es uno de los desencadenantes del síndrome de la muerte súbita del lactante, así que asegúrate de que no abrigas en exceso a tu peque.
Acuéstale en su cuna, o en tu cama, si es que practicas el colecho. Es fundamental que descanse sobre una superficie cómoda y adecuada, tanto para conciliar el sueño, como para garantizar su seguridad. Como alternativa, puedes acostumbrarle a que se duerma alguna siesta corta en el carrito y es bueno que alguna la duerma en la calle, para acostumbrarse a dormir con algo de ruido y movimiento.
Evita los ruidos muy fuertes mientras esté durmiendo tu bebé, pero no lo acostumbres a dormirse solo cuando la casa está en completo silencio, porque esto te esclavizará completamente.
La rutina es tu gran amiga
Crea una rutina para hacer dormir a tu bebé cada noche. Así conseguirás que asocie determinados pasos con el sueño, lo que le ayudará a conciliarlo.
Es importante también que, en la medida de lo posible, duermas siempre a tu bebé a la misma hora. No te preocupes si tienes que saltarte esta norma en alguna ocasión especial o en vacaciones, pero mejor si esto es una excepción y mejor si la haces una vez que has fijado bien la norma.
Baño y masajes
Una de las rutinas que más ayudan a la hora de dormir a un bebé es la del baño. Como pasa siempre cuando hablamos de bebés, esta no es una verdad absoluta. A la mayoría de los peques les gusta y les relaja el baño, pero también hay algunos que lo detestan y, por ello, se ponen nerviosos.
Solo tú conoces a tu bebé y puedes decidir si el baño antes de dormir es adecuado o no en su caso.
Si quieres una ayuda extra a la hora de relajar a tu peque, dale un masaje después del baño. A la mayoría de los bebés les encanta y les ayuda a conciliar el sueño.
La música, una aliada: ruido blanco, nanas o música clásica
Ya sabes que dicen que la música amansa a las fieras. Pues también a los bebés. Les encanta y les relaja muchísimo.
Para los recién nacidos, un truco es hacer que escuchen el llamado ruido blanco. Se llama ruido blanco al que hacen aparatos como el secador de pelo, la campana extractora, una televisión no sintonizada, la lavadora o la aspiradora, por ejemplo. Y tiene la asombrosa capacidad de calmar a los bebés.
Hay varias teorías sobre el motivo por el que el ruido consigue hacer dormir a un bebé. Algunas apuntan a que les recuerda al ruido que oyen en el útero de su madre, otras simplemente lo achacan a la capacidad de este ruido de aislar al bebé de todos los demás.
El caso es que es un método que funciona cuando tu bebé llora y has probado de todo para calmarlo sin éxito. No es recomendable, no obstante, usarlo durante un tiempo muy prolongado.
A los bebés más mayorcitos conseguirás calmarlos e inducirlos al sueño con sonidos algo más estructurados, es decir, con música. Las nanas han funcionado desde tiempos inmemoriales. Da igual si cantas bien o mal. Incluso si te inventas la letra. Su sonido repetitivo es mágico.
Si no te animas a cantarle nanas, siempre puedes tirar de música clásica. Hay muchos discos especiales con canciones seleccionadas para ayudar a dormir a un bebé.
Cuéntale un cuento
Otra de las tácticas de nuestras abuelas y tatarabuelas que funciona. Leer a tu peque un cuento antes de dormir conseguirá tranquilizarle y predisponerle al sueño.
Puedes hacerlo desde que tiene pocos meses, aunque al principio no te entienda y pienses que no te presta atención. El soniquete le ayudará a calmarse.
Conforme vaya creciendo, puedes involucrarle más en el proceso. Disfrutaréis mucho los dos.
Un muñeco dudú
Muchos peques llevan fatal el paso de la habitación de los papis a la suya propia y eso hace que algunos que dormían como angelitos empiecen a tener problemas de sueño en esta fase. En estos casos, el uso de un muñeco dudú suele ayudar bastante.
El muñeco dudú suele tener forma de trapito con la cabeza de un animal o un bebé, aunque los hay de diferentes tipos. Se caracteriza por ser suave y amoroso. Lo ideal es que se lo ofrezcas a tu bebé antes del cambio de habitación para que le vaya cogiendo cariño. Mejor si antes lo has impregnado con tu olor.
A muchos bebés les calma dormir con un dudú que les recuerde a su mamá. Les relaja y reconforta.
Respeta las siestas
Los bebés necesitan dormir varias siestas a lo largo del día. Son muy importantes para su desarrollo y para cargar energías.
Es erróneo pensar que las siestas diurnas son las responsables de que tu peque no duerma bien por la noche.
Más bien al contrario, establecer una rutina de pequeñas siestas a lo largo del día, que a medida que crezca el bebé se irán reduciendo a solo una o dos, ayuda a que concilie mejor el sueño por la noche.
No hay una duración concreta recomendada para las siestas de los bebés, como sí la hay para los adultos. Habrá bebés más dormilones por el día y otros que necesiten menos ese descanso.
Sí que es recomendable que transcurra un tiempo entre la última siesta del día y el descanso nocturno. Esto no aplica, claro, en el caso de los recién nacidos o bebés muy pequeños, que duermen casi todo el día.
Hay padres que dudan sobre si dejar dormir tanto a sus peques por el día. A los que tienen bebés que no duermen les sorprenderá, pero algunos papás llegan a preocuparse por si su bebé duerme mucho, es decir, demasiado.
Pero pueden estar tranquilos porque un bebé nunca duerme demasiado, sino lo que necesita. Además, son afortunados, ¿verdad?
Aplica un método
Si has puesto todo de tu parte para que tu peque duerma como un bendito y aún así no lo consigues, a lo mejor te sirve aplicar alguno de los métodos para enseñar o ayudar a los peques a dormir solos.
Hay multitud de ellos, de muy diversos tipos. De hecho, los hay bastante antagónicos.
El método del doctor Eduard Estivill, que tuvo un considerable éxito y que actualmente está bastante denostado, aboga por dejar llorar a los bebés durante un tiempo determinado, que vas incrementando día a día hasta que dejan de llorar.
Personalmente, no es un método que nos atraiga porque son muchos los estudios que han demostrado los efectos psicológicos e incluso físicos perniciosos que tiene en los bebés el dejarles llorar sin atenderles.
Si a ti tampoco te convence este método, tienes otros más respetuosos como los del doctor Álvaro Bilbao en el libro Todos a la cama, o la doctora Rosa Jové en su libro Dormir sin lágrimas. Ambos desmienten que sea malo dormir a un bebé en brazos o al pecho y abogan por otras tácticas y rutinas para incitarles a conciliar el sueño con ayuda de sus padres.
También el pediatra Carlos González aborda el sueño de los bebés en su libro Bésame mucho, en el que recomienda el apego y el colecho como herramientas para conseguir que los bebés duerman tranquilos y se sientan seguros.
No desesperes si da un paso atrás
Tienes un bebé que duerme toda la noche y, de pronto, sus hábitos cambian y empieza a despertarse cada pocas horas, como cuando era un recién nacido. Seguro que a muchos padres les suena esto.
No te preocupes, porque es perfectamente normal y habitual. Los bebés pasan por distintas etapas en lo que al sueño respecta. Algunos les llaman crisis y, simplemente, hay que pasarlas. Lo más probable es que superado el bache tu peque vuelva a dormir del tirón, si antes era dormilón.
Una muy frecuente se produce sobre los cuatro meses de edad, que es cuando los bebés empiezan a incorporar fases nuevas a su sueño. Esto hace que se despierten entre una y otra. Puede durar hasta los ocho meses o incluso algo más.
No queda otra que tener paciencia, aplicar los consejos que os hemos dado arriba y esperar a que se regularice el sueño de nuevo.
Esta psicóloga infantil nos enseña los errores que cometemos al dormir a nuestros bebés y nos da las herramientas para que puedan tener un mejor sueño para cualquier niño es excelente
Excelente artículo, la verdad que no hay nada definitivo, pero si que hay ciertos patrones para llevarlo mejor.
Nunca hay nada definitivo en estas cosas, pero me han gustado mucho todos los consejos que das. Muy acertados. saludos
Muchas gracias. Un saludo
Gracias por los concejos en este artículo, dentro de unos meses seré mamá por primera vez, y aunque mi madre está conmigo para apoyarme, aún tengo muchísimas interrogantes respecto a los más mínimos detalles sobre como cuidar a mi bebé, este artículo me ha ayudado muchísimo.. Felicidades.