logo-moraig-blanco

Círculos maternales: No estás sola en la crianza

15 de junio de 2018

Ser madre es maravilloso. La experiencia más enriquecedora y bonita. Pero también es duro, sobre todo en los primeros meses de vida de tu bebé. De pronto te encuentras con una personita que depende completamente de ti y, por mucho que hayas leído o te hayas preparado la experiencia a veces te sobrepasa. Los círculos maternales empezaron a generalizarse hace unos años para que madres recientes y futuras mamás se diesen apoyo las unas a las otras. Para sobrellevar juntas estos complejos momentos.

En ocasiones te sientes muy sola. Te surgen dudas que no sabes a quién plantear o tienes sentimientos que te da vergüenza compartir con otras personas, porque crees que no te van a saber entender. La pareja y la familia son un gran apoyo en ocasiones, sin duda, pero hay situaciones, emociones, dudas o miedos que nos cuesta hablar con ellos.

En muchos casos, los familiares y amigos llegan de visita los primeros días a conocer al bebé y después vuelven a sus vidas.

Los círculos maternales son espacios cada vez más extendidos para dar apoyo a todas futuras mamás o mamás recientes. Son grupos de mujeres que están pasando por la misma situación. Todas están embarazadas o tienen bebés hasta un año de edad.

Por eso son espacios ideales para compartir experiencias, para aclarar dudas, para expresar todo eso que sientes y para buscar ayuda en los momentos en los que la necesitas.

Nadie te va a entender mejor que otra mamá o futura mamá que tiene los mismos miedos e inquietudes que tú y que ha pasado o va a pasar por tus mismas experiencias, o muy similares.

Círculos maternales, volver a la tribu

Los círculos maternales recuperan la idea de maternar en grupo, volver a la tribu. Se basan en el principio de que ninguna mujer debería pasar sola por el proceso de la maternidad. De que la crianza en grupo, sobre todo con mujeres que están pasando o acaban de pasar por los mismos procesos, es mucho más fácil y enriquecedora.

En la mayoría de las tribus, es el conjunto de mujeres el que colabora en la crianza de los bebés y los peques. Se ayudan las unas a las otras.

No se trata tanto de que varias mujeres críen a un bebé, sino de que dan soporte a la reciente mamá, cubriendo el resto de sus necesidades para que pueda ocuparse al 100% a la demandante tarea de la maternidad.

Además, al vivir en comunidad, unas suponen un ejemplo constante para las otras.

Todo esto se perdió al vivir en sociedades cada vez más individualizadas. Se ha perdido ese contacto, ese intercambio tan enriquecedor. Aún en zonas más rurales, todavía es relativamente frecuente la crianza en comunidad o al menos la crianza en familia. Pero en las ciudades ha desaparecido este apoyo completamente.

Porque, sí, tu madre o tu abuela pueden estar disponibles para echarte una mano e incluso irse a vivir contigo una temporada. Criar hijos en familia siempre es una ayuda. Pero en ocasiones surgen choques porque ellas tienen una idea de la crianza muy distinta a la tuya.

Son una ayuda, pero ¿a que seguro que te sientes mejor cuando quedas con esa amiga que acaba de ser mamá como tú y os pasáis una tarde compartiendo experiencias, trucos y sentimientos? Criar hijos con amigos que están pasando por lo mismo que tú te aporta perspectivas desconocidas.

Por eso los círculos maternales son una gran ayuda para muchas mamás. Un espacio donde pueden expresar sus miedos, sus inquietudes y plantear dudas, sabiendo que las personas que están allí son mamás como ellas y van a saber comprenderlas a la perfección.

Cada vez se están extendiendo más por toda España como una forma de reivindicar la vuelta a la tribu, a la red de apoyo entre mujeres, a la crianza en grupo y al desarrollo de la sororidad.

Cómo funcionan los círculos maternales

Normalmente los círculos maternales se reúnen una o dos veces por semana, en muchas ocasiones guiados por alguna persona experta en psicología o pedagogía.

Generalmente, las mamás acuden con sus bebés y convierten el círculo maternal en una actividad para compartir con ellos. También se puede acudir sin ellos si alguna lo prefiere o desea. Por supuesto la lactancia, el cambio de pañales, los llantos, las mamás paseando de acá para allá para calmar a sus respectivos bebés, son habituales y hacen de estos espacios lugares muy especiales en los que sentirte cómoda.

Es habitual que las mamás se sienten en círculo, para poder mirarse unas a las otras, en cojines, esteras o asientos cómodos.

En cada reunión se suele abordar un tema, que habitualmente se ha pactado entre todas las mamás en la sesión anterior.

La persona encargada de guiar el círculo puede iniciar la sesión aportando información sobre ese tema, proponiendo lecturas, canciones o cualquier tipo de fuente para informarse más sobre él.

También puede haber, nada más empezar, un momento dedicado a la meditación guiada, a relajarse y tomar conciencia de una misma, de lo que cada una siente en cada momento y de lo que desea compartir ese día. Tomarse las manos y escuchar música relajante o canciones sobre la maternidad ayudan a crear un ambiente especial.

A continuación se abre un espacio de debate para que las madres comenten el tema y hablen de sus experiencias al respecto, sus sentimientos, sus dudas o sus miedos.

Si decides participar en un círculo maternal, te va a sorprender cómo el ambiente, que al principio es más tenso porque nadie se conoce previamente, pronto se vuelve cercano y muy especial al empezar a compartir todo eso que llevas dentro con otras mamás como tú.

Puede que al principio te cueste soltarte, confiar en las demás y expresar lo que sientes, pero siempre habrá alguna que rompa el hielo y al final el sentimiento de empatía que se crea hará que todas acaben participando y contando sus experiencias. Lo cual enriquece mucho las sesiones.

La verdad es que libera y ayuda muchísimo.

Lo habitual es que se generen lazos muy fuertes con las otras mamás, que suelen desbordar el espacio del círculo.

Apoyo informativo y emocional en los círculos maternales

Una de las grandes ventajas que tienen los círculos maternales son que te permiten recibir información veraz y contrastada sobre múltiples aspectos de la maternidad. Es decir, te ofrecen, por un lado, apoyo informativo. Y te descubren metodologías y fuentes nuevas donde seguir informándote.

Algunos de los temas que suelen tratarse en los círculos maternales son el embarazo, el parto, el puerperio, los cuidados del bebé, la relación de pareja y el sexo en el embarazo y tras ser padres, la relación con la familia, los cambios físicos y psicológicos que experimentan las mujeres cuando son madres, la gestión de crisis, el llanto, el porteo, las distintas metodologías de crianza, los juegos y juguetes, la estimulación del bebé…

Por otro lado, otro de sus puntos fuertes es el apoyo emocional, el enriquecimiento que supone compartir tus sensaciones, tus miedos y las situaciones que te surgen día a día en el complejo proceso de la maternidad.

Si eres madre reciente, seguramente has pasado por momentos de felicidad suprema, pero también por otros en los que el cansancio, la revolución hormonal, la pérdida de la identidad y el miedo a hacerlo mal te desbordan. Y te sientes mal, muy mal. Porque se supone, o eso te han contado, que la maternidad es de color de rosa.

Es solo cuando hablas en confianza con otras madres estresadas, que llevan meses sin dormir más de tres horas seguidas y agotadas por el intento de ser madres perfectas, que tomas conciencia de que sentirse cansada, triste a veces o mal no es tan raro. Que no eres la única y que además es de lo más normal.

Lo mejor que puede pasar en un círculo maternal es que las relaciones entre las mamás que lo integran sobrepasen las paredes del lugar en el que se reúnen. Es lo más habitual.

La confianza que se genera hace que después se creen redes de apoyo entre las mamás, que queden para ir juntas al parque, a realizar alguna actividad con los bebés y a echarse una mano las unas a las otras cuando se necesita.

Círculos maternales y crianza con apego

La mayoría de los círculos maternales son defensores de la crianza con apego, que promueve el mayor contacto físico y emocional entre la mamá y el bebé en los primeros años de su vida.

El colecho, el porteo, la lactancia materna y el baby-led weaning (alimentación con trozos desde los seis meses) suelen ser algunas de las prácticas que se promueven, aunque el respeto por todos los tipos de crianza debe ser siempre la base de cualquier círculo maternal.

En las sesiones suelen salir a colación metodologías como la Montessori, Waldorf, Reggio Emilia y otras similares, que particularmente en Moraig the Store nos resultan también de lo más interesantes.

¿Tú que opinas, te interesan los círculos maternales? ¿Crees que son un buen recurso de apoyo para las mamás? ¿Te apuntarías a alguno?

1 Comentario

  1. Gina

    Hola estoi muy intereaada en los circulos maternales . Pero no se donde se hace ( barcelona? )

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

20 − cuatro =