Ya entramos en agosto y aún tienes tiempo que tus hijos vayan a un campamento o te lo puedes plantea de cara al año que viene. Los campamentos de verano son una oportunidad para que los niños se diviertan y conozcan a otros peques de su edad, además, para que aprendan nuevas cosas y tomen un poco más de independencia y salgan de su zona de confort.
Los beneficios de los campamentos son enormes. Además de el aprendizaje educacional y emocional, los niños disfrutarán de esta experiencia que nunca podrán olvidar y conocerán a nuevos amigos que harán que los días sean más divertidos. A continuación, mencionamos las ventajas de los campamentos de verano.
- Amistad y compañerismo: El campamento logra que los niños traten con personas nuevas, de esta manera desarrollan sus habilidades sociales y autoestima.
- Confianza: Los niños que van a los campamentos se sienten más confiados y aprender a ser empáticos porque las actividades que realizan los ayudan a controlar y reconocer sus emociones.
- Ejercicio físico: En los campamentos los niños están obligados a moverse y a realizar ejercicio. En muchos campamentos se prohíben los aparatos electrónicos y en su rutina diaria entra la de hacer deporte, pasar largas horas al aire libre y a divertirse y jugar con sus compañeros.
- Naturaleza: Otra de las grandes ventajas es que los niños estarán en la naturaleza o en el exterior viviendo aventuras y alejados de las pantallas.
- Liderazgo: Los niños mediante el juego y las actividades aprenden a tomar decisiones, a ser más creativos y a trabajar en equipo, cualidades que necesita toda persona para ser líder.
- Educación: En todo momento estarán aprendiendo y no notarán que lo están haciendo. Aprenderán más valores y a respetar a sus compañeros y monitores.
- Juegos: Muchos niños con el ritmo de vida que llevamos no disfrutan del juego. Pasan mucho tiempo ante los dispositivos electrónicos. En un campamento van a jugar y a disfrutar con otros niños de su edad.
- Familia: Lejos de casa aprenden a valorar a su familia, a sus amigos y a todo lo que tienen en casa y en su entorno.
- Experiencias prácticas: En los campamentos no existe tiempo para mucha teoría. Se aprenden cosas más prácticas lo que ayuda en su desarrollo cognitivo. Además de impulsar su creatividad para buscar soluciones.
- Organización: En un campamento los niños aprenden a organizarse mejor y a seguir instrucciones debido a que siguen rutinas diarias que deben seguir todos.
¿Cuál es la mejor edad para acudir a un campamento? Muchos expertos dicen que a partir de los 5 años es buen momento. La verdad es que no hay una edad adecuada. Todo dependerá de la autonomía de los niños. No es lo mismo un niño que sea autónomo a otro que depende mucho de sus padres. Si sabe ducharse, ir al baño solo y vestirse, ya estará preparado.
Los padres también deben estar convencidos de enviar a sus hijos de campamento. Los niños no pueden ver a sus padres inseguros ni tristes por la separación. Preguntad también al niño qué tipo de campamento le gustaría. Si de idiomas, deportes, mixto, en la naturaleza o en la ciudad. Podéis enseñarles las fotos y las actividades que se hacen en las opciones que tengan y si es posible, mantenlo informado para que sienta que se le tome en cuenta. Recuerda que es muy importante tener en cuenta los intereses de los niños, de esta manera se lo pasarán pipa en su campamento.
Y ya cuando termine el campamento puedes ayudarle a gestionar su tiempo libre. Por ejemplo, haciendo deberes de repaso, cuidando las mascotas de los vecinos que están de vacaciones o para que rieguen sus plantas o recojan su correspondencia, de esta manera pasarán un verano activo, divertido y a la vez podrán aprovecha y descansar en las horas muertas.
Como conclusión, los campamentos de verano una alternativa ideal para los padres. No sólo por los múltiples beneficios. También los padres pueden aprovechar esos días a solas para estar más tiempo juntos y valorar a su pareja, y de preparar el regreso de los niños a casa para la vuelta al cole.
¡Qué vivan las vacaciones!
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