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Mi peque no quiere disfrazarse

Es Carnaval y mi peque no quiere disfrazarse, ¿qué puedo hacer?

17 de febrero de 2020

Se acerca el Carnaval, la fiesta preferida de muchos peques, pero también la más temida por algunos a los que disfrazarse no les gusta o incluso les hace sentir mal. ¿Qué hacer si a tu hijo o hija no le gusta disfrazarse? ¿Es algo normal o debes preocuparte? ¿Hay que intentar forzarles para que no se sientan raros en la fiesta del cole?

¿A todos los niños les gusta disfrazarse?

Disfrazarse, en cualquier época del año y tanto en casa como fuera de ella es uno de los juegos más interesantes que desarrollan los niños. Este tipo de juego desarrolla su imaginación, les hace meterse en la piel de otro, fomenta su empatía, les ayuda a socializarse, a vencer la timidez y los miedos.

La mayoría de los niños disfrutan disfrazándose de sus personajes o arquetipos preferidos, pero este gusto por los disfraces no surge en todos los peques a la misma edad, ni con la misma intensidad. Por lo general, los peques comienzan a interesarse por los disfraces a partir de los 3 años, que es cuando explosiona su interés por el juego simbólico. En ese momento evolutivo, ya suelen ser capaces de hacer juegos de roles como, por ejemplo, jugar a ser policías, piratas, princesas o astronautas. Los disfraces les ayudan a meterse mejor en estos papeles.

Sin embargo, hay niños que tardan más en disfrutar de este tipo de juego por razones evolutivas o de personalidad. Incluso hay peques que no llegan nunca a disfrutarlo. Se sienten incómodos al ver su imagen trastocada, experimentan timidez, miedo o incluso ansiedad.

Es importante dejar claro que el que un niño o niña no quiera disfrazarse no significa, per se, que tenga ningún tipo de problema. En ocasiones, puede estar vinculado a una excesiva timidez o a dificultades de socialización, pero en ambos casos existirán otros muchos síntomas que harán sonar nuestras alarmas, más allá de si puntualmente quiere o no disfrazarse. Además, cuando existen este tipo de problemas, lo más probable es que los peques sí disfruten disfrazándose en la intimidad del hogar y que lo que rechacen sea hacerlo en público. 

No obstante, muchos niños con estupendas habilidades sociales rechazan también disfrazarse. En muchos casos, simplemente porque lo prueban y descubren que no les gusta hacerlo, ni en público ni en privado, tal y como hay muchos adultos a los que tampoco les gusta. Son niños que tienen claras sus preferencias y las manifiestan. Esto no solo no es un problema, sino que es una muestra de personalidad y de autoestima que debemos respetar e incentivar.

Qué hacer si a tu peque no le gusta disfrazarse

Disfrazarse puede tener muchos beneficios, como juego e incluso como terapia, pero está claro que no es una necesidad vital. Por tanto, nunca debes obligar a tu hijo o a tu hija a que se disfrace si no quiere hacerlo.

Obligar a un niño que no quiere disfrazarse a hacerlo le hará sentir incómodo, inseguro, infeliz e incluso puede provocarle ansiedad. No solo no conseguirás que le coja el gusto a disfrazarse, sino que lograrás todo lo contrario, que se incremente su rechazo. Más aún si, como ocurre en Carnaval, le fuerzas a disfrazarse en público.

Y con forzar no solo nos referimos a obligarle, que por supuesto es algo que nunca deberías hacer con los disfraces ni con ninguna otra situación que no suponga una necesidad o emergencia vital. Nos referimos también a intentar convencerle ofreciéndole a cambio cualquier tipo de premio, o haciéndole sentir mal por no hacerlo.

Jamás compares a tu hijo o hija con otros niños a los que les encanta disfrazarse, ni le mientas asegurándole que no hay más remedio que hacerlo.

Ya sabemos que en Carnaval es difícil salirse de la norma e ir a contracorriente, cuando en prácticamente todos los colegios celebran ya fiestas de disfraces. Pero, siempre hay alternativa. Puedes hablar con los responsables del colegio para plantearles la situación y buscar una solución juntos, contando siempre con el peque. Puede que él o ella prefieran ir a la fiesta de Carnaval, aunque no vayan disfrazados, o puede que prefieran hacer otra actividad mientras. Hay que respetarlo.

Muchas veces somos los adultos los que creamos el problema porque intentamos hacer encajar al niño en nuestros esquemas preconcebidos. Hay que admitir que a casi todos nos encanta ver a los peques disfrazados y damos por hecho que a ellos les tiene que encantar disfrazarse. Además, nos da miedo que les rechacen por ser diferentes al resto. Pero nuestros hijos no siempre son como esperamos y debemos aprender a disfrutar con cómo nos sorprenden cada día. Asumirlo nos ayudará a no cargar nuestras expectativas sobre sus hombros. Y validar y respetar sus sentimientos, sus decisiones,  sus gustos o sus preferencias les ayudará a ellos a desarrollar su autoestima y su personalidad.

Si le fuerzas a disfrazarse con el argumento de que todos lo hacen, no te sorprendas si te rebate cuando le expliques más adelante que no debe fumar o beber, aunque muchos de sus amigos lo hagan.

Si a tu peque no le entusiasman los disfraces, nunca le fuerces a disfrazarse en público. En casa, pon a su disposición disfraces que creas que pueden llegar a interesarle o piezas sueltas para que invente los personajes que desee. Quizá llegue el día en que te sorprenda interesándose por ellos. O quizá no. Y tampoco pasará nada.

1 Comentario

  1. Victoria

    Muy buen post! La verdad es que cuando dicen que no y no quieren no hay modo de disfrazarles, cojo las ideas para mis hijos! Muchas gracias.

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