Creo que una de las cosas que más repetiremos a lo largo de nuestra vida de padres y abuelos es: “lávate las manos”, lo repetiremos tanto que se convertirá en un mantra.
A la pareja sueca conformada por Niklas Lagström y Marina Nilsson se les ocurrió un interesante método para hacer que su hijo quisiese lavarse las manos antes de comer… por ejemplo, y a su vez recaudar dinero para los niños más necesitados del mundo, y se llama Happy Soap.
Una noche, bromeando, Niklas le dijo a su hijo: “debería hacer que los juguetes se metieran dentro del jabón y que la única manera de conseguirlos sea lavándote las manos”. La idea rondó varias semanas su cabeza hasta que decidieron intentarlo.
Para preservar el medio ambiente, sus creadores prefieren usar juguetes reciclados en perfectas condiciones, lo que hace cada jabón único y divertidísimo. Cuando ya no había más juguetes en casa para utilizar, comenzaron a buscarlos en plataformas tipo Ebay… comenzaron los Lego´s, hoy en día podemos encontrar desde dinosaurios, coches y hello kitty´s.
Los jabones ecológicos para niños Happy Soaps, en sí mismo es suave y humectante, libre de perfumes y de SLS y SLES (Lauril éter sulfato sódico y Lauril
Sulfato de Sodio) comúnmente usados en la fabricación de jabones y causantes de daños en la piel y en el medio ambiente.
La pareja sueca pone mucho énfasis en mantener el alma de la empresa, haciendo las cosas ellos mismos a mano, o con la ayuda de amigos y vecinos. ¨ No se precisa de trabajo infantil para ser rentable¨. Lo envolvemos y empacamos nosotros mismos, y cuando realmente necesitamos ayuda, acudimos a gente de nuestro entorno.
Nuestros jabones con juguete nunca serán producidos por una máquina en China, no planeamos expandirnos de manera agresiva
Sin dejar de lado que llevan menos de dos años de operaciones empresariales, sin presupuesto ni plan de Marketing, hay que destacar que ya se han recaudado más de 1,000€ para la Organización sin fines de Lucro ¨Save the Children¨.
Uno de nuestros jabones con juguete de Happy Soaps hará algún niño feliz en cualquier lugar del mundo, tanto como si es el niño que recibe el jabón porque alguien ha podido pagar su precio, como el niño que recibirá el beneficio de la ayuda de la ONG.
La expansión empresarial no se trata de comprar máquinas que hagan el trabajo por ti, sino de mantener a la organización con la gente que sabe su trabajo y le gusta tal cual es. Eso no, no puede copiar ninguna gran compañía y venderlo alrededor del mundo. Desde luego alguien puede hacerlo, pero se necesitaría más que maquinarias sofisticadas, un cerebro para desarrollar nuestra idea.
El consumismo ha ido creciendo tan y tan rápido que se ha convertido en algo aburrido. Compramos, compramos y volvemos a comprar cuando tenemos dinero. Luego necesitamos algo más de lo que estamos consumiendo. A veces compramos productos artesanales que nos aportan ese extra, y si tienes el dinero, eres feliz pagando un poco más por ello.
Juego para hacer jabones – Mi taller de productos de baño
¿Qué os parece la historia de Happy Soaps y su visión de negocio?, impresionante no?
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